Adoradores en Verdad juan4:23_24
  Mujeres de Dios
 

    Dios nos llama en Amor, o ... en Dolor.

 

 

Querida amiga:

El amor de Dios es tan grande para tí, que usará de cualquier medio para llamar tu atención y conquistar tu corazón.
¿Alguna vez te has preguntado: por qué de mi situación?
Seguramente lo hiciste, pero no has recibido una respuesta que te satisfaga.
Permíteme decirte que lo que ahora estás viviendo, no es mas que la manera en que Dios te está buscando.
En otras palabras, te ama tanto que no te quiere perder, por lo que se va a valer de cualquier situación en tu vida para llamar tu atención y que descubras cuán grande amor te tiene.
A lo largo de nuestro caminar, cuando estábamos en “buen momento”, disfrutando de los beneficios de la vida, quizás Él nos buscó de diferentes maneras, pero al estar “cómodas”, no teníamos “tiempo” para escuchar.
Entonces Dios nos comienza a hablar en DOLOR.
Tiene que “incomodarnos”, pues es la manera en que volteamos a buscarlo y asi aprender a conocerlo para tener una vida nueva.
NOS INVITA A DESCUBRIR SU GRAN AMOR POR NOSOTRAS.
Si esta es tu situación en este momento, déjame decirte que estás en el mejor momento para descubrir que delante de ti tienes la mejor oportunidad para ver su Mano Poderosa actuando a tu favor y por lo tanto,una vida nueva para ti y los tuyos.
Hablemos de una situación que a lo largo de años he visto que se da con frecuencia entre nosotras las mujeres.
Cuando al fin se encontró al “príncipe azul”, el amor para él es sin medida, queremos darle todo y más.
Lo atendemos, mimamos, “comprendemos”, en fin, se convierte el centro de nuestro universo.
Somos capaces de convertirnos en las mejores chefs, aprender todos los secretos para “que él sea feliz”, hacer ejercicio, ponernos “hermosas”, sacrificar nuestras metas y aún a veces nuestra identidad; en fin, no hay situación que se nos dificulte con tal de tenerlo a nuestro lado.
Y no nos damos cuenta que realmente estamos haciendo de él un ídolo, que se merece todo de nosotras.
Sin embargo, perdemos de vista que, Dios es el único que puede ocupar el primer lugar en nuestra vida.
Su Palabra nos dice: “Amarás a Dios sobre todas las cosas, con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas”.
¿Se nos olvidó? No importa, El nos lo va a recordar.
Y es así como empieza nuestra historia de: “nos llama en dolor”.
Amada Amiga, lo que te está sucediendo en este momento, es tu gran oportunidad para que ahora sea Dios el que ocupe el primer lugar en tu vida.
Su amor para ti es tan grande, que quiere compartirlo contigo; quiere que descubras cuán importante eres para Él.
Ahora que sabes cuál es la razón, te será más fácil decirle:
-“Señor Jesús, gracias te doy porque ahora me doy cuenta que me amas tanto, que tu mismo me ayudas para ser obediente a ti, pues yo por mi cuenta no puedo hacerlo. A partir de hoy, quiero pedirte por favor me llenes de tu amor de tal manera, que viva enamorada de ti y asi seas el número uno en mi vida.
 

¿MI ECONOMIA...?

 

¿Alguna vez le has pedido a Dios, que te haga de tal manera próspera, que no solo puedas solventar tus necesidades, sino que hasta puedas ayudar a otras personas?

En algún momento de mi vida lo hice.
Y sabes que sucedió?

Y sabes que sucedió?
Pues Dios me contestó, y me dijo:... –“Te voy a llevar a cero para que aprendas a depender de Mi”.
¡Y... lo cumplió!!!
No lo hizo en un momento. (me hubiera muerto).
Pero fue sucediendo poco a poco, comenzó con el trabajo, todo tipo de ingresos (vendí mermeladas, tacos, extinguidores, calendarios, agendas, medicina naturista, artículos de belleza, yogurt, comida casera.)
La situación se me complicaba, pues de mi dependían mis tres hijos pequeños, y no tenía más que una cantidad que el papá de ellos me daba, cuando quería, y lo que quería.( casi siempre muy poco)
Hasta que un día cansada de la situación, se lo dije a Dios (mi Marido), y no
de modo muy correcto
En este punto de mi vida, estaba enferma de una tremenda gastritis (producto de preocuparme por la situación económica), mis nervios estaban deshechos, me dolía todo el cuerpo, estaba muy triste y deprimida, de ver que lo que me predicaban el domingo de prosperidad, en mi no se cumplía. La depresión se estaba apoderando de mi, y era tan mala nuestra alimentación que el cansancio era mi compañero todo el tiempo.
-“¡Ya no puedo más! –le dije- ¡Estoy harta de hacer el papel de papá y mamá, y no poder resolver nada.! ¡¡¡¡O haces algo, o haces algo!!!!

Lo primero que me hizo entender, es que soy una mujer, hecha para ser madre y no padre. Por lo tanto, nunca podré pensar o hacer algo como hombre. Y si El es mi marido (Isaías 54:5), entonces había que dejarle el papel de varón a Dios.
Por lo que aprendí a descansar que como marido, es proveedor, pero también papá de mis hijos, y también el que me dirige a las mejores decisiones, pues es Cabeza de nuestro hogar.
Es así, que debiendo más de 8 años de la hipoteca bancaria del departamento, la liquidó con una moneda de 10 centavos.
Me abrió puertas (con personas desconocidas) para hacer comida casera y poder irnos levantando económicamente. (Se contactaron conmigo de una manera sobrenatural).
Durante más de 7 años, “no me dejó” tener un trabajo “estable”, pero me demostró en cada momento que El tenía el control de la economía, nunca nos quedamos sin comer, vestir o calzar, así como los servicios de teléfono, gas, luz, agua, etc. Fue un tiempo maravilloso, en donde como mujer “descansé” en su provisión.
Muchas veces, solo lo necesario; a veces hasta vacaciones pagadas totalmente por El. (15 días en la playa).
Quiero decirte con esto, que El es real como marido, proveedor, papá de nuestros hijos y lo que tu necesites.
Como todo en el Reino, se toma por fé. Y fé es una decisión.
Si te ha dado promesas de prosperidad, y aún no se han hecho realidad en tu vida, no desmayes, decide creerle, El no miente. Te aseguro que en el momento en que te “sueltes” a sus brazos, y decides totalmente en tu corazón, confiar, verás los resultados.
Nunca dejé de diezmar, ofrendar, y bendecir.
Hebreos 13:5 nos dice que: -“ Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque El dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
Mientras estuve en el proceso de aprender a depender de El, muchas veces me hizo recordar éste versículo.
Ahora, me habla de abundancia. Sin embargo todo tiene su tiempo. (Eclesiastés 3:1).
Querida amiga, cuando sientas en tu estómago un gran nudo por la falta de economía, respira hondo y cree que Dios tiene todo en control... Y descansa en eso. Verás Su mano moverse a favor de ti.
Todo se reproduce según su género. (Génesis 1:11 y 12). Bendice ropa; bendice zapatos; bendice dinero; bendice comida. Lo hago y funciona.
Si deseas hacer preguntas más específicas, puedes ponerte en contacto con nosotras y con mucho gusto, te contestaremos.

 

 
 
   
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis